Confesionario Digital

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Sin despertar...

 

De buena mañana: ¡¡¡Albaaa!!! ¡¡Que me tienes que llevar al colegio!! Y yo abro un ojo y pienso... ¿Desde cuándo tengo un hijo?. - Ya voy, enano. Y es que intento sacar el brazo de debajo de las sábanas... pero es que está el tema helado. Me pongo panza para arriba, cierro los ojos y suspiro; que fácil es todo cuándo estoy contigo. Que fácil es quitar el brazo de las sábanas, por muy frío que esté fuera, para simplemente recorrer tu espalda con mi mano mientras estás sentada en la cama vistiéndote. Recuerdo perfectamente la primera vez que vi tu espalda desde esa posición y mi mano, como si fuese un ser totalmente ajeno al resto de mi cuerpo, actuó libremente para posarse en ella y recorrer esa cruz... esa cruz... y es que es una total perdición. En este mismo instante, sin ni siquiera tenerlo que pensar, tengo la sensación del calor de tu cuerpo en mi mano, sin un atisbo de una superficie que no aporta nada, como si mi mano no hubiese recorrido jamás otra superficie que no fuese con tu temperatura exacta. ¿Como es posible que no pueda recordar otra temperatura de cuerpo que no sea la tuya?. Y es que mi cabeza no lo necesita, le llega con saber la tuya. Este tipo de sensaciones las tengo todos los días, en la más mínima de las cosas cotidianas que hago. Entro en el coche, lo enciendo, quito el freno de mano, pongo la marcha y arranco; y en mi mano vuelvo a sentir tu calidez y es que me falta tu mano sobre la mía en el cambio de marchas. Saco a los perros y hace muchísimo frío estos días, me meto las manos en los bolsillos y vuelvo a sentirla; y es que me falta tu mano dentro del bolsillo de mi cazadora... junto a la mía. Es curioso, como he dicho, ¿cómo puedo no recordar muchísimas cosas? No consigo recordar una mirada que no sea la tuya, por no hablar ya de la primera vez que tu mirada se posó en mi; una temperatura que no sea la tuya, un olor que no sea el tuyo, un gesto que no hubiese sido tuyo, una noche que no hubiese sido tuya, una caricia, un abrazo, un beso, un sueño... eso es... ahí lo tengo... tienes que ser un sueño del que de un momento a otro me tendré que despertar, y es que algo tan bueno no puede ser verdad, no, no puede. ¿Pero sabes que? que me quedaré soñando todo el tiempo que un por ahora me lo permita.

1 comentario:

Any_Porter dijo...

Nunca, nunca, nunca dejes de soñar... Sabes que siempre voy a querer colarme en tus sueños...

Te quiero (L).